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jueves, 5 de noviembre de 2009

Frederich Froebel


Recordado principalmente por el desarrollo del kindergarden, jardín de infantes, la vida y la carrera de Froebel estuvieron dominadas por la convicción de que todos los humanos tienen como derecho indeclinable la autorrealización a través de la autoeducación.
Friedrich Wilhelm August Froebel nació en abril 21 de 1782, en Oberweissbach, Alemania, siendo el quinto hijo de la familia de un clérigo. Sólo tenía nueve meses cuando su madre murió. El trauma causado por esta pérdida y las demandas de su padre, tan posesivo como indiferente era su madrastra, lo hicieron triste, introspectivo, lento para el aprendizaje de la lectura y poco interesado en asuntos intelectuales. Con pocos contactos con niños de su propia edad, se desarrolló en él una atracción casi obsesiva por el mundo de la naturaleza. Aprendió a observar cuidadosamente, a hacer deducciones científicas, y a muy temprana edad formuló una profunda filosofía espiritual acerca de la unidad del universo.
Después de su entrenamiento como guardabosques, siguió algunos cursos universitarios informales en Jena, hasta que fue apresado por no pagar sus deudas. Luego de un breve periodo como empleado público, secretario privado, tuvo, a los 23 años, una breve preparación como arquitecto para, impulsivamente, tomar un empleo de maestro en una escuela modelo de Frankfurt, en la que seguían las concepciones desarrolladas por el educador suizo Pestalozzi.
Un momento crucial en su vida ocurre en junio de 1806, cuando se contrata como tutor de los tres hijos del Barón von Holtzhausen. La falta de interés de éste por el crecimiento de sus hijos confirma la convicción de Froebel de la necesidad vital de que tanto el padre como la madre participen en la educación de los hijos. Vio en la Baronesa, por quien sintió gran afinidad, el ejemplo de madre ideal y percibió en ella a su novia espiritual. En junio de 1811, repentinamente, abandona la casa del Barón para continuar sus estudios universitarios, pero mantiene correspondencia secreta con la Baronesa durante muchos años.
En la Universidad de Göttingen, Froebel enunció su ‘ley de la esfera’, un símbolo de las fuerzas divinas operando en el universo, la cual soñó que pudiera considerarse como una síntesis universal.
Pronto se incorporó a la lucha en la guerra contra Napoleón. Es entonces, como soldado, cuando desarrolla la idea de regenerar Alemania a través de la reestructuración de su sistema educativo.
A su regreso, en 1814, ingresa a la Universidad de Berlín, donde se convierte en curador del Museo de Mineralogía.
Dos años después regresa a Turingia para fundar su propia escuela, la cual describiría como “la institución educativa universal alemana”. Tres sobrinos huérfanos, un hermano, su cuñada y los hijos de ésta constituyeron el primer personal y los primeros alumnos.
Froebel enfatizó el lugar de la familia como la raíz de la vida humana, pero no se casó hasta 1818 con Whilhelmine Hoffmeister, una refinada y cercana compañera espiritual.
Después de un año la escuela se muda al vecindario de Keilhau y entonces, pronto, crece hasta llegar a ser una floreciente institución.
Incapaz de obtener apoyo del gobierno para su proyecto, él continúa fiel a su idea de escuela. Escribe numerosos artículos y en 1826 publica La educación del hombre, una presentación filosófica de los principios y métodos utilizados en su escuela de Kielhau. En 1828, la escuela es acusada por las autoridades de “nido de demagogos” para ser oficialmente absuelta, aunque Froebel es removido de la dirección en 1832.
Después de cinco años en Suiza vuelve a Alemania para realizar sólo dos de sus ideas: el Instituto de crianza y actividad infantil, el cual fue la feliz inspiración del renombrado kindergarden o jardín de niños, y una pequeña escuela para futuros maestros. Froebel es el precusor de la visión moderna del espacio y la arquitectura escolar y de la relación entre éste y la propuesta pedagógica de la escuela inicial como escuela de crianza y cultivo. De ahí el nombre de ‘jardineras’ a las maestras de jardín de niños.
Inició, desde esta perspectiva, una editorial para juegos y materiales educativos, incluyendo una colección: Mother play and nursery songs (juegos maternos y canciones infantiles), en la que se incluían extensas instrucciones sobre su función educativa y su uso. Este libro fue muy popular y ha sido traducido a varios idiomas. Froebel insistió en el desarrollo de la educación infantil como condición preliminar para una reforma educativa y social. Su entusiasmo fue acrecentado por Louise Lewin, una fervorosa seguidora 30 años menor que él, a quien había ayudado en Kielhau. Se casaron en 1851.
Froebel ganó apoyo mundial hacia el movimiento del kindergarden cuando fue acusado de subversivo por el gobierno prusiano desde 1851 hasta 1860. La Baronesa de Marenholtz-Bülow, profundamente impresionada por lo que observó en el kindergarden de Froebel, estableció algunos jardines de infantes en Inglaterra y otros países de Europa. Murió en Marienthal, Alemania, en junio 21 de 1852.